miércoles, 27 de abril de 2011

Te quiero, Vilma.

+Vilma...perdoname. Estaba...nose...estaba...estaba furioso...te vi besar a Palomares y...se me cruzaron los cables.
-Esta bien.
+Lo siento.
-Yo cuando te pedí que fueras el padre ya sabía...bueno que eres un tío que evita los problemas. Como un corcho...pero capaz de jugarse la paternidad del niño a los dados. Está todo bien, ya esta. Esto podía haber pasado hoy, el día que encontremos tierra o el día que te eches una novia.
+Vilma, espera, espera, a ver. Te juro que quiero a ese niño, te lo juro. Vilma, Vilma. Quédate por favor. Mira, perdí la partida. ¿Y qué? Es igual. Es una tontería. Quiero seguir siendo el padre.
-¿Pero porqué Piti?
+Pues porque es tuyo Vilma.
-¿Pero porqué? Ya esta...
+Vilma...porque te quiero, coño. Si no desde el primer día, desde el cuarto. Y si...si no puse ninguna parte tuya en la mujer perfecta...pues es porque...porque ya eres perfecta para mi. Y si he hecho el gilipollas y he puteado a Palomares con la timba pues ha sido por eso...porque me he enamorado de ti, Vilma...me he enamorado de ti.
-¡Ay!
+¿Qué?
-Nada tio, ¿porque tienes esa capacidad de joder las cosas?
+No sé, no sé, no lo sé, Vilma.
-Es que, ¿porqué organizas esa timba?, no lo entiendo...si con las pajaritas ya ibas bien.
+¿Qué pajaritas? ¿Qué pajaritas, Vilma?

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