-Esta bien.
+Lo siento.
-Yo cuando te pedí que fueras el padre ya sabía...bueno que eres un tío que evita los problemas. Como un corcho...pero capaz de jugarse la paternidad del niño a los dados. Está todo bien, ya esta. Esto podía haber pasado hoy, el día que encontremos tierra o el día que te eches una novia.
+Vilma, espera, espera, a ver. Te juro que quiero a ese niño, te lo juro. Vilma, Vilma. Quédate por favor. Mira, perdí la partida. ¿Y qué? Es igual. Es una tontería. Quiero seguir siendo el padre.
-¿Pero porqué Piti?
+Pues porque es tuyo Vilma.
-¿Pero porqué? Ya esta...

-¡Ay!
+¿Qué?
-Nada tio, ¿porque tienes esa capacidad de joder las cosas?
+No sé, no sé, no lo sé, Vilma.
-Es que, ¿porqué organizas esa timba?, no lo entiendo...si con las pajaritas ya ibas bien.
+¿Qué pajaritas? ¿Qué pajaritas, Vilma?
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