jueves, 23 de junio de 2011

Mentiras.

Y ahora me dirás que me querías. Que lo que pasó fue de verdad, y que pensabas que sería para siempre. Pero lo único que haces, es engañarte a ti mismo, ya que me demostraste que no me puedo creer ni una palabra tuya. Que no cumples promesas. Que rompes corazones. Y en parte, me lo merezco, por quererte demasiado, por darte toda mi confianza y por contarte cosas que no le contaría nunca a nadie. No quiero que ahora te sientas mal ni me pidas perdón, pues lo único que quiero es que desaparezcas de mi vida. Lo que más me duele es que te quiero y que me costará olvidarte.


Momentos inolvidables.

Hay momentos en la vida que te marcan para siempre. Un beso salado, un abrazo sincero , una palabra afectuosa, una simple mirada, el primer baile, aquella canción inolvidable, esa película de la que hablas durante días, una foto para el recuerdo, la infancia, los miedos, las risas. Pequeñas cosas que marcan un antes y un después en tu vida.

La melodía a capela del latido de sus corazones.

-Adelante-diría ella, una vez que ambos se hubieran instalado bajo el hueco de las escaleras. Desde el gimnasio, la machacona música inundaría el pasillo desierto y trataría de engatusarlos para que regresaran a la pista de baile. Pero resistirían la tentación, optando en cambio por la melodía a capela del latido de sus corazones-.Límpiame la mejilla-añadiría.
Él frotaría con los dedos (con las uñas pintadas de negro) el áspero tejido de la toallita y lo consideraría demasiado abrasivo para el tierno cutis de ella. Pero ella insistiría. Y él acataría sus deseos.
Su tacto cariñoso le provocaría una lágrima a ella.
El descubrimiento de la piel verde menta le provocaría una lágrima a él.
-¿Por qué no me lo dijiste?-preguntaría.
Ella, avergonzada, bajaría la mirada.
-¿Estás loco, o qué?
-Sí.
Otra lágrima.
Después de secarla, él levantaría la barbilla de ella con el dedo y declararía:
-Estoy loco por ti.
Un apasionado beso de los que cambian la vida vendría a continuación. Acto seguido, entrarían en el gimnasio para un último baile y saldrían con el premio a la pareja mejor disfrazada. El amor de ambos florecía durante la cena en el barco. Y al poco tiempo, él empezaría a lucir la cara de ella en sus camisetas. La belleza natural de ella atraería a millones de personas, incluso a la señora Mathis. Antes de Navidad, habría una línea de ropa llamada Frankie...Las empresas de juguetes fabricarían muñecas Frankie...Los Lacasitos serían únicamente de color verde...