jueves, 28 de abril de 2011

Quiero volver a estar a tres metros sobre el cielo contigo.

Todo lo bueno acaba. Y cuando acaba, empiezan las malas rachas, las de no comer, las de comer demasiado, las rayadas de cabeza, las tardes de música a tope y estar tumbada en la cama, horas y más horas. Rachas bipolares, que en un segundo río y lloro, que lo mismo te doy un abrazo o te pego, quien sabe. Rachas en las que nada te hace feliz, aunque sonrías y te rías, pero no eres feliz. Algo falta. Y es ese final que no tenía que haber pasado, ese final que era "Hasta que la muerte os separe" y que al final todo se redució a nada. ¿Porqué? ¿Porqué todo acaba en lo mejor? ¿Porqué ahora que iba todo tan bien, ahora, justo cuando más te necesitaba...? Para. Lo de estar triste es agua pasada. Y aunque me he prometido ser feliz, sé que nunca más volveré a estar tan alto, si allí arriba, donde esta lleno de enamorados.


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