jueves, 28 de abril de 2011

La princesa de mi cuento.

¿Sabes aquello de "Erase una vez"...? Todos los cuentos de princesas empiezan así. Y voy a empezar a escribir mi propio cuento, porque por supuesto, algún día mi príncipe vendrá, y no será un príncipe azul, ya que solo existen en las galletas. Así que mi príncipe, será de cualquier color. Yo no seré una princesa encerrada en una torre, ni me despertaré con un beso, ni me comeré una manzana envenenada. Pero tampoco seré la costurera del pueblo, ni la criada. No viviré en un castillo ni en un palacio, ni tendré vestidos caros y joyas valiosas. No volveré a casa antes de las 12 y mi príncipe no será una bestia. Mis muebles no cobrarán vida, y no me perderé en el País de las maravillas ni en el País de Nunca Jamás, y no volaré en un barco ni iré en una calabaza movida por caballos-ratones. Pero sí que seré una princesa con virtudes y defectos, una princesa con un príncipe normal, no quiero que sea rico, no hace falta, yo no me enamoro del dinero. Y viviremos en un piso, porque cuanto más pequeño es el hogar, más grande es el amor. No vestiré de marca e iré con bisutería. ¿La razón? Porque es un cuento, mi propio cuento, el cuento de mi vida. Y yo no soy una princesa, solo me imagino la vida perfecta por un momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario