sábado, 21 de mayo de 2011

Perdona si te llamo error.

Ya no queda nada. Ni nuestras canciones, ni nuestras fotos, ni nuestras frases, ni nuestros sueños, ni nuestro futuro juntos. Por no quedar, no quedan recuerdos, ya que preferí olvidarlos, para olvidarte a ti también. Borré todos y cada uno de nuestros momentos juntos. Tiré tus cartas y tus regalos. Regalé tus besos y tus abrazos. Y ahora que no me queda nada de ti, te olvidaré. Cuesta, lo sé, pero soy fuerte y lo conseguiré. Porque la vida se basa en eso, en vivir momentos que algunos después los queremos olvidar. Pero, si los olvidamos, no es porque no queramos revivirlos, si no para poder dejar espacio a los buenos recuerdos que quedan por vivir.

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